La filosofía política durante mucho tiempo se desentendió de la cuestión del territorio. Muy recientemente los filósofos se han aventurado a realizar preguntas como las que siguen: ¿existe propiamente un derecho al territorio?, ¿qué significa tener derecho al territorio?, ¿quién o quiénes tienen derecho al territorio?, ¿de dónde deriva dicho derecho?, ¿son los derechos territoriales equivalentes a los derechos de propiedad? Ahora bien, mientras las respuestas que se han ofrecido a algunas de estas interrogantes echan algo de luz sobre el ‘problema del territorio’, permitiendo, al mismo tiempo, aproximarse de un modo más esclarecedor y mucho más metódico a problemáticas tan actuales como la migración, el nacionalismo y la secesión, existe un aspecto de las cuestiones vinculadas al tema del territorio prácticamente inexplorado hasta ahora: los derechos territoriales de los animales no-humanos. Si los animales son el tipo de seres de quienes pueden predicarse derechos, ¿tienen los animales derechos al territorio? Este artículo intentará ofrecer una respuesta a tan importante y al mismo tiempo poco explorada cuestión por la filosofía política.