En este texto nos proponemos analizar el modo en que se han trazado las políticas de la visión sobre los animales. A partir de la autopsia de una elefante realizada frente a Luis XIV (Derrida 2010), nos detendremos en algunas transiciones cruciales como la transformación de la Casa de Fieras en el zoológico moderno, que también encuentra su correlación en el traspaso de la autopsia real hacia el teatro anatómico. Finalmente, estas modulaciones se combinan en la naciente ciencia experimental a través de la experimentación en animales, que implican prácticas tanto de disección como de vivisección. El objetivo de este trabajo es reconstruir las afinidades impensadas entre las políticas de encierro y las políticas quirúrgicas en torno a los animales, para mostrar que los modos de ver, los modos de tener y de disponer de los vivientes animales se encuentran todos orientados por la curiosidad y justificados por la soberanía de lo humano sobre otras formas de vida.