Las hijas de perra y los hijos de tigre (Un análisis sobre la animalización reforzativa y denostativa en los tratos entre seres humanos). (Diego Andrés Andueza Kovacevic)

La radicalidad de un “otro” está innegablemente definida por el entendimiento que tenemos de los no humanos. Todas las discriminaciones arbitrarias comparten la misma lógica: que el tener la posibilidad de apropiarse de otro es suficiente para hacerlo. En términos simples, que tener el poder es tener la razón. Siguiendo dicho lineamiento hablamos, con menor o mayor conocimiento, sobre los humanos refiriendo a los animales. Apuntamos a atributos positivos o negativos, en general la denostación es femenina (perra, víbora, zorra) y el reforzamiento es masculino (lobo, león, tigre). Que la manera más común de animalizar negativamente a alguien sea recurriendo a ejemplos femeninos, no es en absoluto azaroso. A este respecto, se debe considerar la distinción brutal que por siglos significó no ser hombre para cientos de miles de mujeres alrededor del mundo; mujeres imposibilitadas sólo por el hecho de ser sí mismas, a estudiar y trabajar, y a participar en política. En definitiva, a formar parte de manera activa e integral las sociedades en las que vivieron. ¿Pero cuál sería la relación entre el menosprecio hacia los animales y hacia las mujeres en la cultura occidental? Este texto busca dar indicios para esa pregunta. Y de paso, abrir un espacio para la profunda-y poco atendida cuestión, en el contexto latinoamericano- discusión que amerita la animalización reforzativa y denostativa en los tratos entre seres humanos.

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